Querida Maya,
Tanta proximidad en la palabra me asombra, la palabra en un corazón a ciegas.
En dos días olvidada, tú, que no la voz, y recordada, nuevamente tú...por un corazón a ciegas.
Como ciegas son mis manos, extendidas, dilatando los brazos hacia un codiciado abrazo.
Como ciegos son mis labios, separados para abrir senda a la oración muda.
Como ciegos son mis pasos, lentos, rápidos, torpes, desorientados.
Como ciega es mi piel, insensible al tacto cercano, pero cargada de memoria.
Un corazón latiendo a ciegas, obstinado, que no se arrepiente de haberte conocido;
que más se duele por verse desvanecido, en tu recuerdo, extraviado, en otro corazón que late a ciegas.
Siempre echándote de menos, mijn liefste, mi preciosa Maya
No, no te quiero, sólo te echo de menos, mucho de menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario